Nutritivas, veganas, gluten-free y tan ricas.
¿Buscas una receta de galletas veganas rápida y fácil que sea tan saludable como deliciosa? ¡No busques más! Mis galletas de avena con arándanos van a convertirse en tu antojo favorito. Estas galletitas de textura tierna combinan la frescura natural de los arándanos con el sabor delicado de la avena; el resultado, una galleta con el dulzor justo, perfecta para el desayuno, la merienda o incluso el postre. ¡Y lo mejor de todo es que pueden estar listas en solo 30 minutos!
Los arándanos son una pequeña fruta cargada de nutrientes. Se destacan por sus poderosos antioxidantes y porque aportan innumerables beneficios para la salud. A mí me encantan porque añaden un toque frutal y cítrico a estas galletas.
Por su parte, la avena es una excelente base nutritiva para estas galletas que no contienen gluten, lácteos o huevos. Amo la textura que aporta la avena, que, al ser rica en fibra, ayuda a la digestión. Además de ofrecer un montón de otros beneficios como los que encontrás en este link. Por esta razón, estas galletitas de avena son una opción saludable para cualquier momento del día.
Amo que estas galletas de avena y arándanos son rápidas y fáciles de hacer. Con ingredientes simples y saludables, podés preparar una tanda en menos de 30 minutos. Perfectas para una sesión de repostería espontánea cuando se te antoja algo dulce, pero saludable.
Mis galletitas de arándanos son completamente veganas, gluten-free y están elaboradas sin productos lácteos ni huevos, pero aún así mantienen una textura suave y mucho sabor. Esto las convierte en una opción ideal para los veganos, pero están tan buenas que los no veganos las van a disfrutar igual. Lo sé porque a Juan y a mi papá les encantaron. Podés compartirlas con amigos y familiares o guardar un par para disfrutar de una merienda rápida y saludable.
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Galletitas de Avena y Arándanos
Ingredientes
- 1 Cda de harina de lino
- 3 Cdas de agua
- ¼ taza de manteca de almendras, podés sustituirla por manteca de maní o tahini
- ½ taza de avena arrollada
- ⅓ taza de azúcar de coco, podés sustituirla por azúcar rubia o mascavo
- ⅓ taza de arándanos chicos, si son grandes, cortar a la mitad
- 1 cta de esencia de vainilla
- 1 cta de jengibre en polvo
- ½ cta de canela
- ¾ cta de polvo de hornear
- ½ taza de harina de avena
Elaboración paso a paso
- Precalentar el horno a 350 °F / 180 °C.
- Pintar una asadera con un poco de aceite de oliva.
- En un bowl mediano, combinar la harina de lino con el agua. Revolver y dejar reposar por 15 minutos.
- Una vez que la harina de lino haya absorbido el agua y la mezcla haya espesado, agregar la manteca de almendras. Revolver hasta que los ingredientes queden bien integrados.
- Agregar la avena, el azúcar de coco, los arándanos, la vainilla, el jengibre, la canela y el polvo de hornear. Revolver. No te preocupes si algunos arándanos se rompen en el proceso.
- Agregar la avena arrollada. Revolver hasta combinar.
- Humedecer las manos (mojar las manos ayuda a que la masa no se pegue) y formar 8 bolitas. Aplastarlas un poco entre las palmas de las manos (que queden de 1 cm de espesor apróx.) y colocarlas en la asadera previamente aceitada, dejando 5 cms de espacio entre una galleta y otra porque se van a expandir en el horno.
- Llevar al horno por 10 - 12 minutos, o hasta que los bordes empiecen a quedar dorados.
- Sacar del horno y dejar enfriar sobre la asadera. No las muevas todavía, van a estar muy blandas y se pueden romper. Se van a ir poniendo más firmes mientras se enfrían. Luego de 10 – 15 minutos podés transferirlas a una rejilla de enfriado (yo no tengo, simplemente las pongo en un plato forrado con papel absorbente).
- ¡Qué las disfruten!