Preparo este café todas las tardes y estoy completamente enamorada. ¿Cómo no había hecho esto antes? Mis mañanas simpre empiezan con un latte caliente con leche de avena (desde hace un tiempo, descafeinado). Por la tarde me hago el segundo. No suelo acompañarlo con nada de comida, almuerzo tarde y no tengo hambre hasta la cena, así que mi café de la tarde es la forma perfecta de hacer un corte en el día. Pero, últimamente, hace demasiado calor para ese segundo café caliente, así que lo cambié por uno frío. Es la primera vez que hago esto, para mí el café siempre se tomó caliente. Eso ahora cambió por completo. Porque este Latte helado con Vainilla es tan refrescante y rico que se ha convertido en mi adicción. Y si te animás a probarlo, estoy segura de que te vas a encontrar haciéndolo tan seguido como yo.